miércoles, 28 de noviembre de 2012

Delivery en Belgrano R

Se me rompió la cocina hace varios meses y me di cuenta de que el gasto no tenía sentido. Con un horno eléctrico estoy perfecto y cuando tengo ganas de comer algo para lo cual pueda precisar una hornalla, muy fácil, tengo teléfono. No cocino con el teléfono, claro, pido comida a domicilio que es mucho más sencillo que cocinar y sale casi lo mismo. La verdad es que no me limitó el presupuesto y por el contrario ahora tengo más tiempo, porque no tengo que cocinar, no tengo que lavar, tampoco hago tantas compras. El café con leche todavía me lo preparo yo, igual que las tostadas de la mañana, ya pedirlas por delivery sería demasiado. Pero podría hacerlo, hay mucho delivery en Belgrano que se ocupa de esos menesteres. El bar de la esquina, el de enfrente o el de la vuelta. Y en las cuadras de alrededores hay más. Entonces, a ni pensarlo, para qué comprar una cocina si con el hornito eléctrico y el delivery se vive perfecto. No estoy hablando de una familia números. Aunque si nos vamos a una familia numerosa, cocinar para tanta gente es lo más trabajoso que hay y si no tiene uno un lavaplatos, después de comer hay que pasarse largo tiempo lavando la vajilla y eso es engorroso. Nada mejor que no lavar o tener lavavajillas. En la casa de mis padres teníamos uno y cómo aliviana las tareas para cuando hay mucha gente. Además los seca y ni siquiera hay que moverlos de lugar. Se pueden dejar guardados ahí hasta el próximo uso. Lo que si ocupa lugar es el lavavajillas en sí. No apto para cocinas pequeñas, porque es bastante grandecito, como un horno. Ahí está, el espacio del horno se puede usar de lavavajillas. Ahora sí, todo listo.